sábado, 25 de julio de 2009

¡Esas mujeres no tienen sentimientos!

El jueves se anunció con bombo y platillo la presentación del plantel así como los uniformes del Club Irapuato pero, con un inconveniente, sería VIP, bueno, para prensa e invitados especiales, a la afición la cepillaron (que mala onda).

Afortunadamente mi calidad de fresero de corazón (como reza mi nick favorito), me hizo ser invitado junto a la murga irapuatense (que carece de nombre todavía).

La semana previa nos la pasamos ensayando (sobretodo yo, que toco varios instrumentos jajaja) y la decisión sobre la vestimenta que llevaríamos para distinguir que éramos LOS HIJOS DE LA MERMELADA fue una discusión bastante compleja, al final, cada quien llevaría lo que le diera su gana.

Llegó el gran día y yo tomé una decisión muy difícil: pantalon de mezclilla, camisa blanca con tenues rayas, un saco y... y... ¡una corbata azulgrana! Jajaja si bien no era la elegancia andando, creo que era un atuendo bastante original para la ocasión.

Ya en el "Salón Roma" los comentarios al respecto no se hicieron esperar y bueno, pasamos al evento. Como podrán notar, evité mencionar los comentarios jajaja.

Fue imposible (gracias a Dios), entrar y no ver a esa muñequita de vestido negro... La chica que anunciaba a la cerveza "Corona" estaba muy bonita... No era la típica modelo que está ahí para hacer su trabajo, era un ángel que cayó del cielo... Sin lugar a dudas, el destino me la mandó...

Aprovechando que llevaba mi cámara... Y una corbata... Le pedí tomarnos la clásica foto del recuerdo y ella accedió GUSTOSA... Su sonrisita era genial... Incluso me atrevo a decir que nos abrazamos... Es más, hasta un señor nos tomó otra foto... ¡Oh mein Got!

Cuando el evento siguió y ella pasó al frente, no dejaba de buscarme con la mirada, como diría mi buen amigo Paul Alejandro, "me devoró..."

Lamentablemente el tiempo nos alcanzó y el evento terminó, por ende, ella se fue. Como verán, el tiempo se ha convertido en mi principal rival a vencer, una vez más, el tiempo me acabó...

El día siguiente, en una dolorosa coincidencia, mis padres estaban enfermos y tuve que ir a la guardería a recoger a mis sobrinos, vaya sorpresa me lleve mientras esperaba, pues por la calle íba caminando un ferreo jugador de porte casí italiano, un Genaro Gatuso mexicano, el mismisimo Zamudio (alias "Sindimalista"), quien llevaba bajo el brazo un balón de "calcio".

No pude contenerme y le conté lo que sucedió la noche anterior, a lo cual el, con una frialdad tremenda, rompió con mis ilusiones...
ESAS MUJERES... NO TIENEN SENTIMIENTOS...
Cua cua cua cuaaaa...
Ni hablar...
Me mató...

No hay comentarios: