martes, 25 de noviembre de 2008

Aseo del corazón...

La primer edición está un poco sencilla, espero con el tiempo vaya mejorando...

Aseo del corazón…

Recién me salí de la ducha, pues un baño siempre es útil cuando la cabeza está pesada, y es que cuando terminé de asear mi casa, cosa que me sorprende, pues desde hace tiempo no lo hacía, en mi mente volaban infinidad de cosas de las cuales desde hace varios quería escribir un poco pero no podía, y espero esta vez si lo logre…

Recuerdo mi casa limpia, que digo limpia, impecable al inicio de semestre. Aquellos lejanos y gloriosos días de nuggets (en forma de corazón), ó cuando sentados en el viejo y cómodo sofa, hacíamos burla del “AlcoHón” Galáctico, Dr. “Polus” y todos sus secuaces (y ni que decir de las faltas de ortografía).

Debo confesar que en aquellas épocas de gloria, aprendí a vivir la vida de una manera muy diferente a todo lo que había hecho antes, y es que no era para menos, me sentía comprendido, me sentía agusto, era un hincha feliz de no ser un hincha, sino un aficionado al amor.

Es más, recuerdo que el piso estaba tan, pero tan limpio, que no existía ningún inconveniente en sentarnos en él y escuchar música (música rara) en el Winamp, programa que jamás de los jamaces (dicen por ahí), funcionaba con sus manos, y mira que esas manos eran unas manos lindas, sobretodo cuando se bañaban en crema y se frotaban con las mías generando una sensación, o quiza, un sentimiento, es algo indescriptible, y sobretodo, inolvidable.

¡Vaya coincidencia! Mientras escribo estos divagues (tal como alguién bautizó la forma en que me expreso), el modo aleatorio del mencionado programa de computadora comienza a reproducir una canción llamada “Te amaré”, que es interpretada por Miguel Bosé y Laura Paussini, y cuya frase más “llegadora” para mi era la de “…aunque tengas manos frías…” . ¿La razón? Muy sencilla, remitase al parrafo anterior.

Ahora que lo analizo nuevamente, no veo por que sorprenderme de lo de la canción, pues esas coincidencias eran las que quizá le dieron el toque especial a todo lo que existió y desgraciadamente para mí, ya no queda nada, o bueno, si. Dejaron un vacío que no compensa ni el desorden que había en Tanganitos 22+2, o cómo le dicen todos, 24. Aún vive en mi mente aquel número mágico que se aparecía por todos lados, incluso en Culiacán, Sinaloa, a muchos kilometros de casa, el destino me decía que viajaba conmigo, tal como hoy me dice, que me quedé solo…

¡Alguien digame, por favor, como aseo mi corazón!

Canción del día: Te amaré – Miguel Bosé y Laura Paussini.
La frase: …aunque tengas manos frías…