El miedo

Termina el partido y México ganó. No haré alarde de la victoria pues a pesar de que seguí los partidos de la selección y nunca deseé su fracaso como mucha gente, no me gusta colgarme de triunfos ajenos (y digo ajeno por que no jugué).

El tópico principal de esta tarde es el miedo. El miedo es un factor fundamental en la vida, pues como dijo Silvestre Stallone en una de sus películas de "Rocky", que me gustan mucho, "el miedo puede ser tu mejor amigo".

Cuando el miedo te invade, puedes reaccionar de muchas maneras, puedes doblarte y mostrarte débil ante el, o al contrario, hacerlo tu amigo, hacerlo parte de tu fortaleza, ¿Como? Basta un ejemplo, si tienes miedo y te persigue un perro, te puedes hacer bolita y esperar; si conviertes al miedo en tu aliado, puedes generar adrenalina, correr, brincar bardas, etc.

Después de mi absurdo ejemplo pero bastante didáctico, me pongo a pensar que sería de los mexicanos que se ponen la camiseta de la selección nacional de futbol y el miedo los devora.

Ejemplo número uno, Miguel Sabah. Falló un penal que para empezar el no debió cobrar. Tuvo miedo, de hecho, derrochó miedo por todos lados. Si hubiera sido lo suficientemente valiente, diría "No lo tiro, no puedo", pero tuvo miedo al que dirán. Para mi, este delantero de medio pelo no debería jugar, mete una y falla veinte. Aún así, es el goleador del torneo (así están los torneos de CONCACAF).

Ejemplo número dos, "El venado" Medina. Jugador que ha tenido oportunidades de sobra y jamás ha dado el estirón. Dícen muchos que después de que en Irapuato lo quebraron ya nada fue igual. En el partido contra los "gringos" tuvo buenos desbordes, pero a la hora de definir, tuvo miedo. Un par de jugadas solo, cuestión de pegarle a la bola y verla en la red, no lo hizo. Prefirio tirarse esperando una falta que jamás sería marcada. En la siguiente jugada, muy similar, la tiro fuera en una clara expresión de "a mi ni me la pasen".

Mientras veía a este par de jugadores en el terreno de juego, me preguntaba ¿Por que el miedo? Tienen un salario impresionante, una vida resuelta, hacen lo que les gusta. Preocupado un carnicero, un médico o un cojo, es más, yo creo que el cojo demostraría más ánimo de jugar que ellos.

El miedo puedes tenerlo en la calle, se permíte el miedo en la oscuridad, puedes tener miedo incluso en la cama, pero no en una cancha de futbol. El futbol es pasión, es ingenio, es esparcimiento, aquí no hay lugar para el miedo. Si tienes miedo, sientate en una silla a jugar ajedrez, quizá ahí estés a salvo, el futbol es para los atrevidos.

Un ejemplo bastante bueno de lo que es un valiente, fue Gerardo Torrado. Honestamente (y aunque Paul Alejandro dice recupera una y pierde otra, por ende, se anula solo), considero a este tipo uno de los mejores medios de contención. Me recuerda cuando yo jugaba de mediocampista en aquellos lejanos días de secundaria. Tomó el balón y lo puso en el manchón penal... Reventó el arco y anotó... No sé si el tuvo miedo, pero si lo tuvo, fue al fracaso. Convirtió al miedo en su amigo y este se volvió su mejor arma.

Otra figura que despuntó hoy y demuestra que tiene madera de figura, fue Giovanni Dos Santos, pues pedía la pelota, corría, encaraba. Eso se llama valor, es tener pantalones. Todo mundo creyó que su caída a la Segunda División inglesa después de su escándalo con el alcohol, lo acabaría. Giovanni hoy puede decir que tuvo suficiente valentía para encarar su problema, superarlo y retomar el nivel, bien por ti, un ejemplo para muchos.

El próximo 12 de Agosto que enfrentemos a los norteamericanos una vez más, quizá la historia sea diferente pues ellos ahora si tendrán su equipo titular, pero aún así, lo único que esperamos los mexicanos es corazón dentro de la cancha, queremos 11 valientes, valientes así como los que cruzan el desierto por un futuro mejor, valientes como los que día a día trabajan por un salario miserable y su vida es el futbol, simple y sencillamente, queremos recordar que al menos en eso, somos mejores que ellos...

¡Viva México cabrones!