domingo, 4 de octubre de 2009

Diez años después

Es una tarde lluviosa… Mi gabardina negra tiene gotas de agua que no se secan… Cierro mi auto y empiezo a caminar…

Estoy un tanto desorientado, pues hacía ya varios años que no pasaba por aquí…

Eso si, veo que los arboles siguen siendo tan verdes como cuando me marché…

La ciudad ha crecido bastante, la avenida principal ya parece un “freeway” norteamericano…

Al fin llegué, ya puedo ver a mi esposa cargando a mi hijo, quien sin dudarlo, corre y me abraza…

De su mano, sigo aprisa y me doy cuenta que son las siete, las siete en punto, ya no hay tiempo de saludar…

Cierro la sombrilla, subo discretamente las escaleras y tomo asiento, esto está por comenzar…

Mis ojos viven asombrados por lo que están viendo, y es que como esto, no hay nada igual…

Con mucha nostalgia, tomo un trago de whiskey y por mi rostro corren algunas lagrimas…

Mi esposa me abraza y me da un beso en la mejilla, ella me entiende, pues me conoció asi…

Papi, ¿por que lloras? Me pregunta el pequeño mientras seca mi rostro con una bandera azulgrana…

Yo… Yo siento un nudo en la garganta y le digo… Hace diez años, hace diez años me fui de aquí…

Un dia, sin avisar, me retire… Para todo hay tiempo en la vida, y mi tiempo ahí había terminado…

¡Papi, no entiendo! Y mi bonita mujer le contesta: ¡Hijo, ya no preguntes! Mientras yo la interrumpo y continúo…

Durante muchos años, yo estuve en esa tribuna, en esa tribuna popular… Yo era de los que aqui nunca faltaban… Y cuando íbamos de visitante, mi madre pasaba noches enteras esperando que yo llegara…

¿Tu papa? Si tu te vistes bien, todos los días me llevas a la escuela en un carro del año, mi mamá se compra ropa en Nueva York y, y esos chavos están todos sucios…

Si hijo, yo, yo estuve ahí… Yo era de los que llegaban caminando a la cancha con unos tenis rotos y la ilusión en el bolsillo, gracias a esa banda, yo me converti en lo que soy… Tengo carácter, logre salir adelante, me esforcé de mas…





Bueno gente, este pequeño divague incompleto y quizá sin mucha orientación lo escribí en base a lo que imaginé hoy mientras veía a muchos padres con sus hijos; unos rumbo a la popular, otros a las plateas...
Y es que, no sé, siempre he creído que habrá un día en que yo me siente lejos de esta cabecera, lejos de esta bandota que me ha dado tantas cosas, esta hinchada que sin duda, es parte fundamental de mi vida...

GRACIAS MERME, QUE AUNQUE ALGÚN DÍA ME IRÉ, MIENTRAS YO SIGA AQUÍ, TENDRÁS EN MI A UN SOLDADO MÁS...

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